Partiendo de la idea que EDUCAR ES COMUNICAR, es preciso que el maestro este consciente de su gran papel a desarrollar y tome en cuenta los elementos de la situación comunicativa.
En cada aula de clases hay un emisor que sería el profesor, unos receptores que serían los estudiantes y el mensaje como producto final, el proceso de comunicación y por ende el de aprendizaje no es perfecto, hay múltiples barreras las cuales también podemos considerar como “ruidos” que podrían definirse como todo aquello que interfiere, bloquea e impide la comunicación efectiva entre emisor y receptor, este se puede manifestar en todo los elementos de la comunicación, pero es más dañino si se presenta en el emisor y/o el receptor debido a que son los elementos más activos y pueden tender a propagarlo.
Estos ruidos pueden ser: a) Psicológicos, los cuales tienen que ver con el estado anímico, emocional o mental producido por una situación determinada que esté enfrentando la persona (tristeza, angustia, preocupación); b) Fisiológicos: consisten en molestias o incapacidades del organismo humano (mala visión, mala audición, malestar general, hambre, cansancio); c) Semánticos: se presentan, en el mensaje, en su contenido; las palabras empleadas pueden tener un significado confuso, equivocado o desconocido por el receptor; d) Técnicos: se presenta en el medio o canal que transmite el mensaje y en la retroalimentación (palabras ilegibles y/o borrosas, falta de sonido en la presentación digital, interferencias en la imagen en la pantalla); e) Ambientales: alteraciones naturales (lluvia, truenos, calor, frío) o también alteraciones artificiales producidas por artefactos (autos, motos, música).
La tarea más importante del profesor en este tema será la de detectar cuando su comunicación está siendo invadida por ruidos. La prevención es lo más recomendable y se puede prevenir teniendo conciencia de que existen y desarrollando la habilidad para ser más estratégico en lo que se quiere comunicar.
En el mismo orden de ideas, en el proceso de aprendizaje las variables emocionales son determinantes en la relación estudiante-profesor, según estas se distinguen 3 tipos de relación en el aula de clases: 1) Agresión, que son actitudes que al principio podrían parecer normales pero suelen desarrollarse y contagiarse al resto del grupo terminando por entorpecer la comunicación; 2) Indiferencia, actitudes tóxicas de desinterés que impiden la participación y en consecuencia la comunicación efectiva y 3) Colaboración, actitudes saludables y empáticas, que motivan e incentivan la comunicación y participación activa dentro del aula de clases logrando interrelación e intercambio de informaciones productivas.
Así las cosas es importante destacar, un pensamiento de Aristóteles: “El objetivo de la comunicación es producir algo en el receptor”; en lo particular este pensamiento es totalmente acertado porque lo que garantiza el éxito de la comunicación es impactar al receptor, recordando que la comunicación humana no solo es con el enjuague hablado, la expresión corporal es supremamente importante, así como el aprovechamiento de la información y la manera de ser y percibir de las generaciones actuales, el profesor debe mantenerse actualizado en todos los aspectos que afectan la comunicación como la televisión, el Internet y los idiomas.
El maestro debe ser un modelo comunicativo para sus alumnos, saber acompañar y saber escuchar, debe establecer vínculos educativos con los alumnos; que tienen que basarse en el reconocimiento, el respeto y la aceptación del otro con la finalidad de que generar confianza y autoestima que inciten a la superación de dificultades y a su vez debe proveerlos de los recursos necesarios para convertirlos en comunicadores competentes.
ADRIMAR LACAVA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario